jueves, 29 de diciembre de 2016

El vampiro de mis obsesiones

Una de mis novelas favoritas (si no es que mi favorita) es "El vampiro de la colonia Roma" obviamente de Luis Zapata. 

La he releído varias veces y mi gusto por ésta me ha hecho escribir varios textos sobre la misma y sobre Zapata. 

En la Wikipedia tienen una entrada sobre la novela y otra sobre Luis y, a pesar de los que se quejan de la versión en español de la wikipedia, me consta que en ocasiones saben elegir sus fuentes. Dos de mis textos aparecen en sus referencias. 



Lo malo es que esos textos originalmente estaban en mi desaparecido blog Enseñando a la mosca a escapar del frasco, así que los que dan clic a los enlaces se llevan la (desagradable) sorpresa de que el blog fue eliminado. 




Sin embargo, todos mis textos los he subido a otros de mis blogs. La lista con los nueve aquí está.

domingo, 18 de diciembre de 2016

DE CUANDO EL TERESA DIJO "¡AHÍ SE VEN!"

En el año 2010, publicaron lo siguiente en la revista Cine Premier:

Quizás esta noticia no resulte relevante para las últimas generaciones que han nacido y crecido en la Ciudad de México, pues el Cine Teresa de la antigua San Juan de Letrán (hoy Eje Central) era ya considerado un lugar 'de mala muerte', no sólo por exhibir películas pornográficas de clasificación elevada, sino por ser un conocido punto de encuentro de prostitución y actividades homosexuales. 

Hoy, el cine Teresa ha dejado de existir (tras un proceso de demolición que comenzó el pasado mes de junio). ¡Larga vida al primer cine de lujo en México, y ojalá algún día tengamos de nuevo un lugar de tanto lujo y elegancia para disfrutar de nuestros filmes favoritos!


Cuando leí lo anterior fui a ver lo que aún quedaba del Teresa. En ese momento todavía tenía la taquilla. El día de hoy es una plaza comercial que conserva la fachada y la marquesina, en el tercer piso hay una sede alterna a la Cineteca Nacional.

Las siguientes fotografías las tomé a mediados de julio de aquel 2010, las acompaño con un texto que Juan Solís escribiera para El Universal hace ya catorce años.

Domingo 09 de junio de 2002

Cumple 60 años la última gran sala cinematográfica del DF, inaugurada el 8 de junio de 1942; se le considera el foro de películas porno más antiguo y lujoso del mundo


En la que Efraín Huerta definió como "viva y venenosa calle San Juan de Letrán", hay un edificio que no deja de atraer miradas. Su anuncio bandera es visible desde Madero, su amplia marquesina cubre casi la totalidad de la banqueta. Está diseñado para agradar, para invitar a la gente a pasar a su interior, subir por las escaleras y encontrarse con dos esculturas que custodian a un viejo proyector, ubicado frente a un mural que contiene fotos de bellas damas metropolitanas.


Parece que el tiempo no pasa por el cine Teresa que, hoy que se cumplen 60 años de su fundación, se erige como la última gran sala cinematográfica de la ciudad de México, como el cine del Centro Histórico. Si bien hay quien lo ha considerado como el cine porno más antiguo, grande y lujoso del mundo, la fama del Teresa se debe a su historia, a su diseño y al empeño que sus dueños han puesto en respetar, hasta donde sea posible, su aspecto original.




Considerado patrimonio cultural arquitectónico, la obra del arquitecto Francisco Serrano ha sobrevivido a temblores, huelgas, boicots, obras públicas, daños, intentos de compra y una aguda crisis económica. Sin embargo, sus butacas siguen albergando a un público que, a lo largo de las diversas etapas del cine, ha sido su principal sustento.

Lugar para las damas metropolitanas


El 2 de junio de 1942, en medio de notas bélicas, se publicó un anuncio en EL UNIVERSAL que se limitaba a decir: "Teresa, un cine dedicado a las damas metropolitanas." Al día siguiente se anunciaba la próxima inauguración del foro con la proyección de la Twentieth Century Fox El hijo de la furia . En la publicidad se veía el cine iluminado, elegantes carros se estacionaban frente a sus puertas mientras la gente caminaba tranquilamente por la banqueta.


El cine Teresa nacía en el mismo predio que ocupó otra sala del mismo nombre desde 1924. Según datos consignados en el libro Espacios distantes aún vivos , de Francisco Haroldo Alfaro y Alejandro Ochoa, entre 1934 y 1936, cuando se amplió la avenida San Juan de Letrán, el antiguo Teresa con su arco monumental y su pórtico fue destruido. En 1939 el arquitecto Francisco Serrano inicia la construcción del actual edificio que sería administrado por la compañía Exhibidores Mexicanos SA, fundada en 1933 por don Arturo Ceballos. La compañía agrupaba a una serie de cines entre los que se encontraban el Odeón, el Encanto, el Edén y el Monumental.




Don Arturo decidió respetar el nombre que, al parecer, evocaba a una dama cercana al antiguo dueño. El 8 de junio, día de su inauguración, el cine se anunciaba, en opinión de muchos, como "el número uno de esta capital, así de elegante y bonito está". En su interior abundaban los mármoles, bronces y maderas preciosas, el pasamanos de las escaleras era de cristal y estaban rematadas por dos cabezas de mármol, copias de obras maestras de Miguel Ángel. En el centro del vestíbulo había una copia en tamaño natural de la Venus de Canova, asegurada contra daños. En una de las paredes había un mural con las fotos de 40 damas metropolitanas que "son las hadas madrinas de este cinema de ensueño".

Con una capacidad de 3 mil 105 butacas, el cine estaba dedicado a las damas metropolitanas, al parecer como una táctica publicitaria. Las mujeres pagaban menos por entrar. "Era la época del auge del cine en México en todos los niveles sociales -recuerda el arquitecto Jesús Ceballos, actual propietario del cine-. En las fotos de la inauguración del Teresa se ve a gente con pieles, tal y como se acostumbraba en ese entonces, cuando el cine era un centro de recreación familiar. En San Juan de Letrán los carros se estacionaban en batería y pasaba el tren."


Las notas enfatizaban la presencia de unas esculturas flotantes, ubicadas sobre el foro, que representaban a las nueve musas y a las tres gracias "que parecen volar sobre la pantalla, gracias a un efecto especial de la luz azul". Las butacas eran acojinadas y cubiertas de tapiz cristalino, no adherente a la piel. El sistema de ventilación permitía conservar una temperatura de 21°C en el interior.




"Si bien este cine no fue el más importante, sí tenía un toque, por un lado, sentimental y, por otro, un cierto impacto socioeconómico", acota Ceballos. En esa época el cine tenía una carácter muy diferente al de ahora, se guiaba por un enfoque de integración social muy importante, de identificación urbana. La gente tenía su cine de barrio y se reunía en él, sin embargo al Teresa venía gente de todo el perímetro de la ciudad. Lo que atraía del Teresa en primera instancia era la marquesina, luego el vestíbulo generoso, el gran espacio de la sala, el momento de penumbra total, la introducción de la música, la apertura del telón y después la entrada de la película. Además contaba con una serie de aspectos técnicos que ya no se cuidan: la isóptica y la acústica, esa sensación de que se prendía la luz y no se quedaba uno meditando solamente en la película sino que descubría otras cosas, las musas por ejemplo. Como arquitecto pienso que no es lo mismo tratar de encontrar una respuesta a algo que vio uno en la pantalla en un espacio pequeño, saturado y lleno de calor, que en un espacio bondadoso."



La sala de los hombres solos

La sala está en penumbras. Los asistentes se ubican principalmente en las orillas. Como en cualquier sala, unos se conforman con el placer visual y otros recurren al tacto. La gran mayoría son hombres. El género pornográfico, más antiguo que el cine mismo, es de consumo masculino. Apunta Roman Gubern en su ensayo La mirada pornográfica : "En nuestra sociedad que ha semiatrofiado la función del olfato, la principal actividad teledetectora sexual se ejerce mediante el sentido de la vista, agudamente sensibilizada para tal función erótica. Y tal hipersensibilidad erótica haría al hombre el destinatario óptimo del estímulo pornográfico."


El cine Teresa, como muchos otros viejos cines en el mundo, ha encontrado en el porno una tabla de salvación económica. La historia no ha sido sencilla. Cuenta Ceballos: "El cine ha tenido muchas etapas. En un tiempo nos tocaron los estrenos de la Fox, grandes películas como El salario del miedo , con la que estuvimos 56 semanas implantando un récord de un año en cartelera, El manto sagrado , y otras. Hubo un momento en que el cine en México se convirtió en monopolio, grandes empresarios vendieron sus salas. El hecho de que mi padre se negara a vender las suyas provocó que nos boicotearan y no nos dieran películas. Por azares del destino Francia Films se retiró y la embajada nos facilitó cintas francesas. Con eso nos defendimos hasta que se estabilizó la situación.



"Programamos cine mexicano con Operadora de Teatros, pasamos por la etapa del karate, películas de acción y finalmente lo que exhibimos ahora -continúa-. Es difícil que después de esta trayectoria hayamos caído en este tipo de material. Hay gente, no mucha, que hace un poquito de escándalo. Finalmente es un tipo de cine que se pasa en todo el mundo. Cuando tuvimos el problema de 92 a 94, en que estuvimos prácticamente cerrados y al borde de la quiebra, todo mundo tenía interés de quedarse con el predio porque es muy codiciado. Con las obras del Metro nos quitaron la marquesina. Nadie se metía al cine y había que pagar sueldos. Yo ya había tomado la gerencia de la sala. Pasábamos películas de acción, pero empezamos a proyectar películas de este tipo que nos había proporcionado el señor Carlos Amador. Cuando entraba a la sala se veían puros cascos e impermeables amarillos, eran los empleados del Metro. Así como nos afectó, eso fue lo que nos mantuvo con vida dos años. Por azares del destino caímos en este tipo de material. Cuando por fin logramos abrir y recuperamos la marquesina nos dieron en segunda semana Jurassic Park . No se pararon ni las moscas. No hemos podido salirnos de este tipo de material. Si los distribuidores obtienen el permiso de Gobernación y ésta nos lo pasa, adelante. No somos giros negros, ni nada parecido."



Conservación de la mística

"¡Dichoso aquel de quien se prendan las musas!", dice Hesiodo en la Teogonía. Al parecer, las hijas de Zeus y Mnemósine, esculpidas sobre el foro, han decidido proteger al inmueble que las alberga. El estado actual del cine Teresa es casi impecable. Mantener en buenas condiciones un cine de esas dimensiones implica un gasto 50 por ciento mayor al que necesita una sala de cinco pantallas. Los ingresos son por concepto de taquilla porque la dulcería dejó de funcionar hace tiempo. En ese sentido es una ventaja que el inmueble esté ubicado en una acera por donde transitan 11 millones de personas al año.


"Nuestro público ha mejorado mucho -dice Ceballos-. Aquí teníamos público de medio baño: no compraban nada en la dulcería, traían su itacate, ensuciaban el lugar, se metían al baño y se daban medio baño en los lavabos, luego se salían a ver dos películas y se dormían. Esa gente no respeta. Agarramos un bolero que cortaba el tapiz de las butacas en cuadritos para forrar su asiento y se lo vendía a sus colegas. Nos han robado tazas y cortado las mangueras contra incendios."


Actualmente el cine se encuentra vigilado por varias cámaras, además del personal que transita por las salas. En lo relativo al mantenimiento, el arquitecto ha procurado conservar el estado original del edificio, hasta donde las circunstancias se lo permiten. Los sismos no lo han afectado seriamente, con excepción de la Venus que sí salió dañada en el 85, no así el hundimiento de la zona que ha provocado cuarteaduras en la estructura que aún conserva algunos muros del cine de 1924. Cada mes se hace una revisión de la misma y se toma el registro de las variaciones a partir de fotografías y datos de precisión.


En lo que se refiere al decorado, Ceballos asegura que ha tenido que hacer pequeñas modificaciones. Algunos materiales tuvieron que ser reemplazados o modernizados. No obstante, debido a que el cine está catalogado, al igual que la mayor parte de la obra de Francisco Serrano, como patrimonio cultural arquitectónico, las intervenciones tienen que tener la aprobación del INBA.




Ceballos tiene un proyecto de fragmentar el cine y agregarle un centro comercial, sin embargo prefiere conservar la sala en su estado actual. "Nuestra desgracia es que muchas obras, aunque estén catalogadas, no se han respaldado jurídicamente -afirma-. Con esto hemos perdido patrimonio de una manera bestial. Sí podría modificar la sala, siempre y cuando respete ciertas características arquitectónicas, pero no es nuestro interés."

En alguna época ofreció a las autoridades del Distrito Federal usar el vestíbulo como sala de exposiciones, pero aunque hubo interés la respuesta nunca llegó. En la actualidad está realizando encuestas entre el público asistente con miras a proyectar otro tipo de películas los fines de semana. "El problema es que no puedo entrar con estrenos -asegura-. Programo El hombre araña , me la dan a la cuarta semana y me cobran el 60 por ciento de la entrada, con eso ya me llevó el carajo. La mística persiste y de alguna manera es lo que nos ha mantenido aquí, ya hemos logrado buenos arreglos con el sindicato, hemos saneado nuestra economía, la empresa está empezando a tener un equilibrio y los experimentos vamos a empezar a hacerlos en la medida que tengamos la oportunidad.

"Yo todavía sueño con tener festivales de cine -agrega-. Prácticamente nací con este cine. La idea es que en algún momento pudiéramos llegar a eso, que la gente respondiera. Las multisalas cada vez se están acercando un poquito más al concepto antiguo, aunque no lo quieran aceptar y aunque no se traduzca en sus proyectos. Una sala de 300 butacas con el techo a 2.40 no se puede comparar con ésta. En la acústica no se diga y además tiene un equipo de video y DVD superior al de muchas salas, a pesar de que proyectamos en 35 mm. Yo quisiera que este cine fuera conocido por las nuevas generaciones, que la gente sintiera esa sensación especial que se experimenta al entrar a la sala oscura, ojalá tuviera la oportunidad de regresar a eso.

"Es un negocio familiar y hemos continuado -concluye Ceballos-. El Teresa y el Encanto fueron los primeros cines que tuvieron Cinemascope en México. Mi padre le dio entrada al cine argentino. Somos miembros fundadores de la Cámara de la Industria Cinematográfica, somos el socio 50; fuimos los primeros en proyectar el festival de Pecime. Hemos pasado por muchas cosas: nos han querido comprar o tumbar, pero finalmente de mi generación soy el penúltimo y ya viene una tercera generación. Seguimos trabajando y ofreciendo un servicio. Nos dicen que estamos locos, pero volvemos a lo mismo: los cineros somos como los del Atlante: no cambiamos de camiseta."

El lugar para las damas metropolitanas

El hoy desaparecido cine Teresa (actualmente es una plaza comercial) apareció en la portada del número 68 de la revista Generación, y aunque éste salió a la venta en el año 2007, yo lo compré en el año 2009 en la librería de la Biblioteca José Vasconcelos (que está a las afueras del metro Balderas).

Para quien no lo sepa, este cine en sus últimos años proyectó películas pornográficas (hasta donde sé, siempre heterosexuales) y fue un sitio de encuentros homosexuales. 



El director de Generación era Carlos Martínez Rentería. En el editorial, entre otras cosas, expresaban: “El tema central es resultado de una conversación etílica con el escritor y reseñista cinematográfico Mauricio Montiel, quien propuso coordinar un número especial con el tema ‘Historias de ir al cine’, y con la premisa de advertir como en muchas ocasiones, que la simple experiencia de ir al cine es más trascendente en nuestras vidas que la película misma.” 

Guillermo Samperio abre el tema central con el relato “Penélope”. Samperio imagina la mejor compañía que puede tenerse para ir al cine... Después de todo ¿no te agradaría recibir un buen sexo oral en caso de que la cinta resulte aburrida? 

A continuación encontramos una entrevista al crítico de cine Jorge Ayala Blanco, misma que realizó Donato M. Plata y que lleva por título “Perder la virginidad en el cine”. Veamos algunas de las mejores declaraciones de Ayala Blanco: 

He dicho que perdí mi virginidad a los 16 años en la sala Mina y es literal. Antes la gente no sólo vivía en las salas, sino hasta copulaba en ellas. Eran salas tan gigantes que había tiempo de todo: ir a platicar, de pasearse, de fajar con la novia. También ahora, pero es mucho más impersonal. Los cines de antes eran más eróticos, afrodisiacos. Yo descubrí mi vocación viendo películas en este tipo de cines desde muy pequeño. La película que más recuerdo de aquellas épocas es La Bella y la Bestia (1946) de Jean Cocteau.

Sobre la gente de la que aprendió: 

Yo tuve como maestros a gente como Juan Rulfo, Juan José Arreola y Efraín Huerta. Rulfo por ejemplo era un cinéfilo formidable. Le gustaba mucho el cine y platicaba mucho de cine. Le encantaba lo que escribía y me defendía con los otros escritores que me apabullaban porque mi prosa les parecía mucho de vulgaridades, de muchas palabrotas. Y él era el único que me defendía. De hecho él trabajó en la RTC, en la Dirección de Cinematografía, en censura. No duró mucho, pero de todas maneras se acordaba de eso. Entonces sí, Rulfo era un buen cinéfilo. A mis otros dos maestros como Juan José Arreola no les gustaba mucho el cine. Otro de los grandes maestros y amigos que tuve, y del que aprendí mucho en la forma de escribir crítica, mezclando lo popular con lo exquisito fue Efraín Huerta, quien era además un cinéfilo maravilloso. Por él decidí ser crítico de cine a los 12 años de edad, cuando leía Luneta de Cuatro Pesos y Cuéntame la Película que eran críticas suyas escritas para el Fígaro, las cuales nunca firmó. Sí, Huerta era un cinéfilo maravilloso, adoraba el cine. Toda esa erotomanía la volcaba en la pluma y en sus críticas, que constataba con toda la mamonería y pedantería de los escritores de esa época. 

Sobre los críticos actuales: 

Hay de todo. Hay gente muy rescatable, gente preparada como Rafael Aviña, Carlos Bonfil, José Felipe Coria. Y gente que finalmente no son más que simples críticos de espectáculo, que podrían escribir de cine, futbol o toros, y da exactamente lo mismo. El problema claro es el de abuso del marketing, es el punto de vista de las distribuidoras que todos los periódicos, incluso los de izquierda, reproduzcan el mismo resumen y hasta la misma crítica, lo cual es vergonzoso. 

¿Son los críticos de cine cineastas frustrados?, pregunta M. Plata y Ayala Blanco responde con un genial sentido del humor: 

Pues más bien sería al contrario: los cineastas son los críticos frustrados porque les gustaría hacer la crítica de su película y no la porquería que tienen que dirigir. Más bien es al contrario. 



Rafael Salgado colaboró con el texto “De los de piojito a las MEGAPANTALLAS”. Se trata de un texto bastante sobrosón que comienza así (se les llama “salas piojito” a las salas populares y baratas):

Los cines de antaño son como los viejos amores, conforme pasa el tiempo se idealizan, rememoran, reinventan y añoran. Y las nuevas salas cinematográficas se presentan como las top models: grandotas, llenas de accesorios, exageradamente artificiales y frías, muy frías. 

Desde el nombre, las agringadas salas ya llevan las de perder. Imposible comparar nombres como “Savoy”, “Cosmos”, “Lido”, “Opera”, “Palacio Chino” v.s. Sala 1 de Miramontes; 4 de Santa Fe; 6 de Pericoapa; Sala Cinplus 3 Bosques. 

La comodidad que ofrecen los recién construidos es relativa; en los antiguos cines “Río” y “Teresa” exclusivos para calenturientos y chaqueteros quien llegaba temprano tenía el privilegio de subir las patas al respaldo de adelante y al “gil” que le tocaba sentarse ahí tenía de dos: se jodía toda la película o la armaba de pedo si era picudo y venía en flota. En otras butacas no faltaba quien se acurrucara sobre las rodillas de su reinita y tenía función privada. Eso sí era pasarla bien. "Tampoco había pedo de poder meter a escondidas una buen aginebra camuflageada en el clásico jugo boing de naranja; si no se hacía mucho pancho, la acomodadora –generalmente una ñora regordeta y excesivamente pintada- ni cuenta se daba, pues prefería atender los embates jariosos del boletero o el poli en turno, que ¡cómo evitarlo!, también se les subía la temperatura al ver aunque fuera en blanco y negro las, en aquel entonces, atrevidas escenas de mundialmente reconocidas reinas de las hot pictures, quienes dejaban ver sus grandes “cualidades”, eso sí todas naturalitas. 

El desmadre en los cines de barriada o “piojito” “Tlacopan”, “La Raza”, “Monumental”, “Bahía” comenzaba al atravesar las gruesas cortinas y cómplice de la penumbra no faltaba el clásico grito “¡ya llegué hijos de su pin...!” 

El sitio de los ladillas B era en medio y del lado izquierdo. Ahí se colocaban todos los mentamadres, quienes armados de garbanzos, cerbatanas o cacahuates japoneses se dedicaban durante la doble o triple función a molestar a quienes buscaban lo más obscurito, el rinconcito para el clásico RCA (Rico Caldo Amistoso). 

Cuantos chamacos, hoy muchos de ellos ya treintones no fueron engendrados en los cines “Lux”, “Majestic”, “Roxy”, de las colonias San Rafael y Santa María, los cuales tenían entre sus principales clientes a las docenas de estudiantes de los turnos vespertinos de las secundarias cercanas, quienes para no tener “perejil” con algún inspector que no permitía la entrada a menores se ponían el uniforme color caqui camis, playera o suéter de vestir y poder colarse. 



El “Lexicom del cine pornográfico” estuvo a cargo de Francisco Oyarzábal. Van a continuación algunos términos. 

Annilingus (besar el ano). Esta práctica, igualmente conocida como beso negro, lo practican más los varones con las mujeres, ellas lo hacen de manera irregular pues muchos hombres por ciertas resistencias lo consideran acto de homosexuales. 

Cum shot (eyaculación). Como regla no escrita toda buena película porno debe presentar una provocadora escena de eyaculación. En Holanda se realizó el filme recopilatorio 1,001 cum shots, y presenta sólo eso: sesiones múltiples de eyaculaciones sobre bocas, tetas, vaginas, nalgas y... 

Cunnilingus (sexo boca-vagina). De empleo común y probada eficacia en películas de relaciones heterosexuales hoy se utiliza más en filmes lésbicos con cunnilingus simultáneos. 

Fellatio (sexo boca-pene, felación). Ante la cámara y reflectores la actriz chupa el pene de un actor hasta causar el orgasmo, para agrandar el efecto visual debe exagerar la gestualidad, movimiento corporal y fogosidad, en ocasiones chupa varias vergas a la vez. Son de las porno-stars más deseadas por el cinéfilo varonil. 

Fist-fucking (penetración con el puño). El ano o la vagina son los receptores de esta parte del cuerpo, las nalgas deben ser firmes, carnosas y respingadas, hoy día parece que esta práctica está erradicándose en Estados Unidos. 

Colaboraron también: Fernando Nachón, Bibiana Camacho, José Uzquiza Araúzo, Carlos Bortoni y Eusebio Ruvalcaba. Además hay un artículo sobre José Agustín y la contracultura, otro sobre el padre del LSD: Albert Hofman. Aparecen también fotografías de Héctor García, se trata de un experimento fotográfico llamado “Las hijas de Eva” y que consistió en una sesión de desnudo femenino.

martes, 13 de diciembre de 2016

Hechizada revisitada

Hace tiempo escribí sobre la conexión LGBTTTI con la serie de televisión Hechizada, ver aquí

El texto lo publiqué en otro de mis blogs y ahí recibí el siguiente comentario (que dividí en dos), mismo al que le di una respuesta (también la dividí en dos). Para entender los comentarios le invito a leer primero el texto que los motivo.




sábado, 10 de diciembre de 2016

La vida sexual de las personas con VIH o Del difícil arte de responsabilizarnos de nuestras decisiones

Este artículo me impactó porque trata cosas muy interesantes. A partir de los testimonios presentados nos hace reflexionar.

 "...a las personas con VIH nos culpan de las decisiones que el otro o la otra toma. Él decide tener sexo a pelo -durante cinco segundos- y la culpa es de ella. Él decide tener sexo a pelo con otra persona, aunque tenga pareja estable, y resulta que la persona seropositiva es la que puso en riesgo a él y a la novia de él. Muchos creen que los seropositivos tenemos que asumir la responsabilidad de decisiones que no son meramente nuestras."

"Una vez un chico que me practicó sexo oral se enteró de mi estatus serológico, y me hizo un escándalo. Yo le contesté a modo de gracia, pero con mucha verdad: 'Anda a saber cuántas chupaste, y no sabías nada de su estatus.' No me volvió a hablar nunca más".

"Somos adultos, comportémonos como tal: la información en la mano, que cada cual se responsabilice de lo que hace con su cuerpo y aprenda a cuidarse. Querido/a amigo/a seronegativo/a: tú, y solamente tú, eres responsable de las decisiones de salud sexual que tomas. Basta de culpar al seropositivo de lo que tú decidiste hacer."


Aquí el artículo. 

Algunas reacciones a éste: 


Canal once y su nueva programación

Primero comento sarcásticamente:

¡Es el colmo! Desde hace tiempo el lobby gay logró imponer su agenda ideológica en el talk show Diálogos en confianza, mismo que se transmite de lunes a viernes, en horario matutino, por el canal once. En el mencionado espacio televisivo ¡jamás! invitan a especialistas o expertos que difieran de los puntos de vista de los promotores del homosexualismo.

Por si lo anterior no fuera suficiente, ahora resulta que el próximo año el imperio gay tendrá una serie en el mencionado canal: Diversos somos. Es así como los homosexualistas van logrando su objetivo: que en la sociedad mexicana se vean como normales practicas antinaturales y que van en contra de la familia.


Uno de mis contactos en feisbuc comentó:


Va mi comentario sin sarcasmo sobre este estreno de canal once (que es mi respuesta a lo expresado por mi contacto).

Canal once, a través de su talk show “Diálogos en confianza” ha educado y sensibilizado a muchas personas, entre las que me encuentro, en materia de sexualidad y diversidad sexual (varios programas pueden verse en la barra de la derecha de este blog). Y seguramente lo seguirá haciendo con su nueva serie Diversos somos, al parecer se trata no de una serie de ficción sino de testimonios que permitirán conocer la vida cotidiana de personas lgbt.

Si un programa supuestamente educativo, y que trata sobre sexualidad humana, no aborda el tema de la diversidad sexual, entonces presenta tan solo una visión parcial. Visibilizar la diversidad sexual no es un atropello o imposición a la “sociedad mayoritaria”. En cambio, pretender ocultarla o hacerla invisible para proteger a esa “sociedad mayoritaria” es una imposición en nombre de esa mayoría.

Quien habla de esa supuesta imposición pretende hablar a nombre de esa mayoría, pues hay muchos heterosexuales que piensan que nada hay de antinatural en la diversidad sexual. Y, por supuesto, los derechos de las minorías no deben depender del criterio de las mayorías.

La diversidad sexual es parte natural de la sexualidad humana, y, al ser abordada en los medios de comunicación, así es como debe presentarse.