sábado, 28 de febrero de 2015

LA SODOMIZACIÓN COMO UNA FORMA DE TORTURA EN LA CIENCIA FICCIÓN MEXICANA

Gerardo no recordaba haber ejercido de manera consciente la venganza o la violencia (...) Tampoco, en todos aquellos años había tenido una experiencia homosexual –consideraba que todo cuanto hiciera con una mujer en la cama era válido, incluyendo el coito anal, pero jamás había sentido deseos por un hombre-, sin embargo, descubrió que la venganza era un atractivo que podía vencer barreras de una manera inesperada. Así pues...

Felipe acarició la pierna de Gerardo y le buscó la bragueta. Gerardo se negó fingiendo pena pero se dejó conducir a la habitación de Felipe. Una vez ahí, Felipe se desnudó, tenía un cuerpo esbelto de efebo y se volteó para que sus nalgas fueran visibles.

-Déjame tocarte, no te va a pasar nada –dijo.

Se acercó y tomó a Gerardo por los hombros. Lo acarició y bajó las manos, él se las apartó.

-No seas tímido, sólo quiero tocarte, que vengas conmigo a la cama...

Felipe ya mostraba su enorme grado de excitación, con una erección completa.

-Con una condición –dijo Gerardo mientras sacaba de sus bolsillos dos rollos de cuerda- quiero amarrarte a la cama.

Gerardo, luego de amarrar y amordazar a Felipe, "usó su pene como un arma para sodomizarlo durante varias horas causándole todo el dolor del que fue capaz. Felipe esperaba que eyaculara y terminara el tormento, pero eso no ocurrió. Cuando Gerardo consideró que había sido suficiente y lo desmontó, ya amanecía. Desató a Felipe y le acarició la mejilla húmeda por las lágrimas."

Pero aquella violencia no era gratuita, "Felipe era el responsable del enojo de Gerardo. Felipe era como una mujercita chismosa que fiscalizaba los actos de cuantos se encontraban a su alrededor", había logrado averiguar ciertas cosas que, de saberse, comprometerían al chico de sus sueños; cometió el error de amenazarlo. Así es como despertó la rabia de Gerardo Estrada.

"Gerardo hervía de furia. Muchas veces en su vida adulta se había encontrado con personas que trataron de usar el chantaje con él y el hecho de que tal cosa pasara ahora le enfurecía fuera de toda proporción."

Felipe había actuado desesperada y torpemente, cierto es que deseaba a Gerardo, pero soñaba con algo más que un simple acostón. "Felipe era un adolescente enamorado. De una manera muy particular, pero no por ello menos intensa. Amaba, o creía amar, a Gerardo Estrada."

Amenazándolo sólo podría llevarlo a su cama –de hecho, lo hace- pero jamás podría llegar a ser correspondido.

Gerardo trataría de olvidar todo, después de aquella experiencia y una vez cumplidos los 18 años, decidió dejar Mérida y partir a la Ciudad de México a estudiar medicina. No sabía que Felipe se convertiría en uno de sus más peligrosos enemigos.

La serie Narrativa Milenium, de la desaparecida Editorial Posada, pretendía publicar obras de los llamados géneros alternativos, la única novela de ciencia ficción que se publicó fue Adamas, del periodista Héctor Chavarría.


"¿Le gustaría volver a vivir? –leemos en la contraportada- Y, de paso, cambiar su historia y la de los demás... Gerardo Estrada tuvo la oportunidad de volver a ser niño... con los conocimientos y experiencia de un adulto. Llegó en el momento preciso, al lugar que había elegido, para hacer realidad un sueño. Por supuesto, se desató el caos. Una crónica policial a través de épocas diferentes para recrear la lucha de un hombre y una inteligencia artificial, por evitar que el mundo cambie a causa de un sueño digno de los dioses."

Gerardo Estrada logra hacer un viaje al pasado, pero no se trata del tradicional viaje en el tiempo al que nos tiene acostumbrados la ciencia ficción, se trata de una transferencia mental al pasado, es decir, la mente del Gerardo adulto se traslada al cerebro del Gerardo niño.

Chavarría menciona al respecto: “Creo que la idea de transferencia mental a través del tiempo es original, si alguien se adelantó me agradaría leerlo, para ver dónde la regué.”

Volver a vivir y reparar nuestros errores. ¿Quién no lo ha pensado? Si Gerardo había regresado era para evitar la muerte de Rosalinda, su primer amor.

Una vez que llega a la adolescencia, Gerardo cambia completamente, es decir, vive su juventud de una manera diferente a la primera vez. Cuando acepta dinero en efectivo a cambio de sexo un mundo nuevo se le revela. "Para el Gerardo original aquello –con su timidez- habría sido impensable. Pero era 'otro'. Deseaba vivir, experimentar, hacer lo que no había hecho antes. El dolor inicial de aquellos primeros años había desaparecido para dejarle una sensación de amo del mundo."


Klaus Loren y Armandina Zárate son quienes crean los módulos neuro-temporales, es decir, el procedimiento para hacer el viaje en el tiempo. Con este conocimiento la Corporación Estrada tuvo la oportunidad de cambiar la historia. Loren y Armandina también viajan al pasado. Gerardo Estrada, Klaus Loren y Armandina Zárate acuerdan una cita para el 30 de mayo de 1971. Gerardo no sólo atraía a Felipe, Loren también pensaba en él: "Lo deseaba, siempre había sido así. Quería conocerlo joven, no como aquella existencia del que ahora era su futuro condicional. Estaba seguro que siendo ambos jóvenes él tendría la oportunidad de conquistarlo."

Loren decide llegar en 1970, entonces busca (y logra tener) encuentros esporádicos:

"La ciudad de México, a pesar de la mojigatería de aquellos años, era perfecta para las aventuras, de manera especial si se poseía la experiencia. Había lugares donde uno encontraba gente: cafés, un par de bares, cines, la propia Avenida de los Insurgentes hacia la cual pensaba dirigirse aquella noche... En el cine había encontrado a varios hombres interesados en acercársele, pero ninguno le había agradado: unos eran feos, otros se veían vulgares o viejos o estaban algo bebidos. No, Klaus, no quiso nada con ellos..."


¿Y a quién conoce Loren? ¡A Felipe!

A partir de ese momento, Loren comienza a frecuentar "de modo habitual a una persona, un individuo conocido como Ipe, apócope de Felipe, quien era 'una reina' famosa por su 'belleza' proporcionada por el tratamiento de longevidad."

Ipe –debido a la humillación del que fuera su amor platónico y a que Loren está interesado en Gerardo- se convierte en un enemigo de la Corporación Estrada, luchó –entre otras cosas- por la patente de la vacuna antisida. "En cuestiones menores había ganado, pero los premios gordos los había perdido... Ipe había pasado a la clandestinidad y desde ella se había dedicado a sabotear los proyectos de Estrada."

Ipe hará todo lo posible por arruinar los planes y objetivos de la Corporación Estrada, el Factótum Gerardo Avila tiene como tarea desentrañar el caso Estrada y para ello cuenta con Watson, una inteligencia artificial. Suspenso, sexo, venganza, bares gay, drogas y violencia son algunos de los elementos que integran esta novela.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Historias jotas: una de Joaquín Hurtado

Joaquín Hurtado escribe “Crónica Sero” en el suplemento Letra S de La Jornada. Dice de sí mismo (en una entrevista realizada por Alejandro Brito) que se ha metido en el asunto del sida por necesidad y obligación moral. Ha vivido de cerca la catástrofe sanitaria, social, política, económica, cultural y sexual que implica el sida. Ha escrito “Guerreros y otros marginales”, un libro de crónicas urbanas de chavos banda, prostis, locas, soldados, policías y drogos de la ciudad de Monterrey; “Laredo Song” (Fondo estatal para la cultura y las artes de Nuevo León, 1997), relatos con temática homosexual, es en esta antología en la que aparece Señoritas en el Tahúr comidas por los sardos para ser más valientes; y "Crónica Sero", una recopilación de algunas de sus colaboraciones para Letra S. La siguientes son algunas de las declaraciones que ha hecho Hurtado:

“Ya no puedo vivir sin el sida. No sabría cómo dialogar con la vida ni con la muerte.”

“Jamás podré traducir con palabras el vacío que traigo en el corazón y en el alma con la muerte de mis amigos.”

“La mejor vacuna contra el estigma es tomar cada mañana la navaja del autoescarnio y desfigurarme el rostro para que ningún idiota venga y me diga: ‘¡pero qué cara tan jodida traes hoy, ¿no te han avisado de tu muerte?’ Nada me hacen semejantes flores si ya me adorné yo mismo con ellas.”

Señoritas en el Tahúr cuenta la historia de dos chavos de ambiente originarios de Monterrey, pero la historia sucede en la Ciudad de México. Después de salir del Viena victimadas (los protagonistas se hablan en femenino) por un chichifo, deciden conocer El Tahúr “famoso por sus soldaditos y su ambiente extravagante”.


Ya en El Tahúr conocen a unos soldados: “el trabajo ligador fue casi innecesario: ellos traían peores intenciones que nosotras. Nos lo propusieron desde el principio. O sea, acababan de ver a sus novias el día de ayer, y desde que las dejaron instaladas en sus respectivas residencias (eran sirvientas), andaban parrandeando y sólo les faltaba un buen bujero para descargar su fiera hombría militarizada y quedar renovaditos para las chingas que ordenaran los generalotes, en la salvaje jerarquía de la soldadesca.”

Abela, su amiga y los dos soldados (con otro soldado completamente ebrio) salen del Tahúr en busca de un taxi que los lleve a un hotel barato. Finalmente encuentran uno. “Hasta el quinto piso, sin elevador, entre olores a humedad y sudor de ratas. Camas rechinadoras, excusado descompuesto y rebosante de mierda, sin agua caliente, y lechos erizados de resortes como para suicidarse contrayendo el tétanos.”

Entrevista a Joaquín Hurtado: Con el diablo en el cuerpo.

sábado, 21 de febrero de 2015

Los metreros como materia de estudio sociológico

A principios de 2010, cuando estudiaba la carrera de Filosofía en la UAM-Iztapalapa, llevé como materia optativa el curso de Sociología Urbana. Me agradaron mucho los temas que estudié, pero desgraciadamente no terminé el curso. Nos calificarían con un examen final y un trabajo de investigación. Antes de comenzar el trabajo, debíamos presentar el proyecto por escrito para que la maestra nos diera sus puntos de vista. Yo pretendía abordar la interacción de los varones homosexuales en el metro de la ciudad de México.


He aquí el proyecto que presenté y los comentarios de la profesora. Pienso retomar este proyecto en un futuro no muy lejano.


miércoles, 18 de febrero de 2015

El 12 de septiembre del año pasado, Luis Zapata fue entrevistado por Ricardo Rocha en el programa de televisión Animal Nocturno. La entrevista se puede ver a partir de 7:33 y hasta 18:24. Zapata comentó que en realidad nació en la colonia Roma (13:00).

martes, 10 de febrero de 2015

INFLUENCIA DEL CINE EN LA VIDA Y EN LA OBRA DE LUIS ZAPATA

¿Necesita Luis Zapata de una presentación? No, pero de cualquier forma la haré:

El narrador y dramaturgo Luis Zapata nació en Chilpancingo, Guerrero, en 1951. Obtuvo la licenciatura en letras francesas en la UNAM. Es autor de Hasta en las mejores familias, Los postulados del buen golpista, Paisaje con amigos, De amor es mi negra pena, La hermana secreta de Angélica María, Melodrama, En jirones, Ese amor que hasta ayer nos quemaba, ¿Por qué mejor no nos vamos?, De pétalos perennes (obra llevada al cine –por Jaime Humberto Hermosillo- con el nombre de Confidencias), La historia de siempre, Como sombras y sueños y, por supuesto, El vampiro de la colonia Roma. En cine ha realizado el cortometraje Regalo de cumpleaños, el largometraje Afectuosamente su comadre y el documental Angélica María frente al mar. Hace tiempo, curioseando en el catálogo de la biblioteca del Colegio de México, encontré el libro Luis Zapata de cuerpo entero, texto escrito por el mismo Zapata.

Se trata de un texto corto acompañado de cinco fotografías. La primera data de 1955 y en ella aparece Luis a los cuatro años, las dos siguientes son imágenes de borradores del texto, la cuarta es de 1958 y en ella aparece Luis en una fiesta escolar, la última aparece en la contraportada y en ella se ve a Luis fumando mientras mira a la cámara. Todas las imágenes lo muestran de cuerpo entero.

En este libro Luis expone la forma en que el cine y el teatro influyeron en su vida y en su obra.


Pocos son los recuerdos lejanos que posee, comienza el libro narrando tres de ellos. En dos de esos recuerdos está presente el cine.

Cuenta que cuando salió de la primaria se sintió feliz: “no porque hubiera sido un pequeño calvario, sino porque eso significaba que cada vez estaba más cerca de convertirme en adulto, lo cual, como se verá después, era mi mayor anhelo, aunque, como también se verá después, por razones completamente frívolas.”

En realidad sus razones no eran tan frívolas, pues el cine no era sólo un pasatiempo: marcó su vida; según afirma, el séptimo arte fue su primer ejercicio de individualidad.

¿Por qué estaba ansioso por convertirse en adulto? Porque al ser niño no todas las películas estaban a su alcance, cosas de la clasificación (curiosamente Zapata afirma haber sido un “niño de amplio criterio”); en cambio como adulto podría ver todas las películas que deseara: “De niño, uno de mis mayores deseos era crecer, no para formar una familia ni para dedicarme en cuerpo y alma a una vocación cualquiera, sino principalmente para ver todo tipo de películas, sin ninguna restricción; de tal manera que, si en esos momentos de frustración cinematográfica me hubieran preguntado ‘Y tú ¿qué quieres ser de grande?’, habría respondido sin pensarlo dos veces: ‘Eso, grande.’ Mi obsesión era tal, que con frecuencia preguntaba a mi papá a partir de qué edad podría ser considerado ‘grande’, es decir, lo suficientemente grande como para ya no seguir sufriendo esas limitaciones humillantes para mi condición de cinéfilo. A los dieciocho años, a los veintiuno, debe haber respondido, quizás a los quince; ‘no tengas tanta prisa por crecer’, me aconsejaba.”

Pero su frustración continuó durante su pubertad. A los 17 años, a pesar de ser “Todo un Adolescente que leía al marqués de Sade”, continuaba siendo víctima de los boleteros “ojetes” que le impedían la entrada a películas “impropias” para su edad. Hasta llegó a disfrazarse de adulto, sin mucho éxito.

Además de ver películas, gustaba de ver los carteles de las películas en exhibición, de aprenderse de memoria la cartelera, de comprar revistas (fotonovelas), y hasta de escribir cartas a sus actrices favoritas, entre ellas Angélica María, “con quien realmente descubrí una temprana vocación epistolar (...) o, mejor dicho, con la secretaria de A. M., como cínicamente me confesó después la propia Novia.”

También gustaba del teatro y de las Caravanas de Estrellas (que llegaban a su ciudad natal), éstas contaban con “la presencia de los artistas, esos generosos extraños que se empeñaban en divertir a un público a veces insensible a sus esfuerzos. Había de todo: rumberas en decadencia, baladistas debutantes, estrellas de comedias rancheras, cantantes de música tropical, cómicos.”

Era un exitoso cazador de autógrafos. “Gracias a las variedades pero también a mis a veces entusiastas cartas, llegué a formar una respetable colección de autógrafos –ya lo dice el proverbio: la ociosidad es la madre de todas las colecciones.”

¿Cuál era una de sus mayores ilusiones? “asistir a un teatro de revista o a un -¡no querías nada!- cabaret de la capital.”

Posteriormente el teatro Blanquita entró con el pie derecho a formar parte de sus fantasías:

“A los pocos días, empezaron a anunciar en las estaciones de radio del Distrito Federal, que en general sólo se captaban de noche, la próxima inauguración del teatro Blanquita y el elenco que integraría su primera temporada: Libertad Lamarque, Resortes, las Hermanas Velásquez, que resultaron cantantes de boleros y no, como ingenuamente había supuesto, las famosas Tere y Lorena, estrellas de cine.”

Asistir al Blanquita le resultó fascinante:

“Esa visita al Blanquita fue mi primera incursión real, nocturna, musicalizada, en el mundo de los adultos: mi nerviosismo, mi excitación, mi apantalle eran seguramente los mismos que sentían los muchachos cuando iban por primera vez a un cabaret de la zona roja: el estimulante placer de una leve transgresión.”

¿Hasta qué punto nos inventamos a nosotros mismos? ¿Hasta qué punto nos construimos a partir de falsos recuerdos? ¿Lo que recordamos se corresponde siempre con la realidad? ¿Por qué recordamos ciertas cosas y no otras? ¿De qué depende la interpretación que damos a lo que “recordamos”?

Luis se hace preguntas similares después de haber relatado la importancia de los espectáculos en su infancia:

“¿Por qué se volvieron tan importantes en mi niñez los espectáculos, principalmente el cine? Quizá porque así lo decidí de manera un tanto arbitraria, desde mi edad adulta, al privilegiar ese tipo de recuerdos sobre los otros. ¿Y por qué?, ¿qué imagen de mi infancia pretendo ofrecer a los demás, pero sobre todo a mi mismo? Tal vez la de un niño que, en lugar de vivir, sueña, elabora fantasías desvinculadas de su realidad inmediata y escoge una perspectiva romántica para ver y enfrentar la vida. ¿Soy, pues, deshonesto ante mi propio pasado en la medida en que lo invento? ¿Trato de justificar a posteriori una vocación por lo ficticio que no es otra cosa que la dificultad para adaptarse, la imposibilidad de arraigarse del todo en la realidad? ¿Quiero creer, y hacer creer que mi niñez fue diferente de la de los demás? Quién sabe. Ignoro hasta qué punto el cine en efecto llenaba mis días, y hasta qué punto desplazó otras actividades e intereses.”

Seguramente muchos nos hemos preguntado acerca del momento en que Luis comenzó a escribir, en este texto encontramos la respuesta: comenzó a los nueve años, se trataba de una recreación con dibujos y diálogos de las películas que veía, y de las que no veía pero cuya trama suponía a partir de los tráilers.

Aún siendo niño escribió textos “que estaban a medio camino entre el guión cinematográfico, el libreto teatral y –por decir algo- la novela. Muchos de ellos los he perdido.”

De 1963 conserva “Locura”, obra a la que dos años después le hizo una anotación ingenua: “Esta fue (Sic) una de las Primeras (Sic) novelas que hice. Por eso la guardo como un Recuerdo Especial (Sic Sic).”

De lo que no puede dudarse es de la importancia que tuvo el cine en su trabajo como escritor:

“Casi todos los textos escritos durante mi adolescencia eran concebidos como guiones cinematográficos, aunque sin indicaciones técnicas (...) Quizá se trate de una deformación pero en muchas ocasiones he resuelto pasajes de alguna novela o cuento concibiéndolos de manera cinematográfica. Así, el cine me ha permitido en algunos momentos superar ciertos escollos estructurales, visualizar atmósferas, centrar en un campo de visión las acciones de mis personajes, imprimir cierto ritmo a algunas escenas. Para bien o para mal, el cine ha sido decisivo en mi formación como escritor.”

En 1965 vio en el teatro de los Insurgentes la obra “Sí quiero”, en ella participaban Angélica María y Fernando Luján; Luis comenzó a escribir comedias protagonizadas por parejas recién casadas. He aquí algunos títulos: La cigüeña invisible, Dos a las dos (subtitulo: El hombre y la suegra), Esperando al nene (continuación de la anterior), La cigüela retrasada, Diciembre + 10 = chantaje, Conspiración bebé.

Hacia el final del libro reflexiona sobre su “vocación por la escritura”. Afirma que de niño nunca se planteó la posibilidad de ser escritor, pensaba que sería arquitecto o médico, profesiones realistas.

“¿Cómo tomar en serio una actividad más asociada con el juego y el placer que con el esfuerzo y la chinga cotidiana? (...) Tanto el cine como la escritura no eran más que pasatiempos, que necesariamente debería abandonar después, cuando creciera.”

Afortunadamente Zapata no renunció a esa diversión: “por el contrario, con el tiempo se fue convirtiendo en algo necesario, quizá producto de un deseo infantil de prolongar el juego en la vida adulta, de no dar el brazo a torcer del todo ante la realidad.”

sábado, 7 de febrero de 2015

¡¡El lobby gay hace de las suyas!! o Vamos a la cama con David y Jonathan

Un grupo religioso homofóbico anda compartiendo la siguiente imagen y las siguientes líneas:


"Este material no forma parte de la educacion sexual natural, sana, moral y biblica que quiero para mis hijos por eso me resisto a que el gobierno me lo imponga. Yo decido la educacion sexual de mis hijos. NO a perspectiva de genero en las escuelas!! Soy Rolando Torres... y hablo para que mi gente piense."

Serán muy religiosos pero olvidaron el octavo mandamiento: no levantarás falso testimonio ni mentirás.

In bed with David & Jonathan ni es para niños ni es "material didáctico". Mienten al presentarlo como material para educación sexual.

Hay gente que equivocadamente cree que todos los cómics son para niños, y sabemos que no es verdad, hay "monitos" para adolescentes y/o adultos, tal es el caso de In bed with. Y este grupo religioso aprovecha que es un cómic para hacerle creer a los padres de familia que "el lobby gay" pretende que se use en las escuelas.

Una reseña del cómic aquí.

Minificción

En el número 5 de la revista Planeta X (primavera del año 2000), Óscar García (director de la publicación), publicó un minicuento que escribí.




miércoles, 4 de febrero de 2015

El apocalipsis zombi está muy cerca...

El pastor James David Manning dice que el próximo año las personas homosexuales nos comeremos a todos los seres humanos.


Dice el pastor: Dios Todopoderoso me ha dado la revelación de que pronto todos los sodomitas se convertirán en seres caníbales. Cada lesbiana, homosexual, travesti o transgénero empezará a sentir una fuerte hambre caníbal que les llevará a acabar con la raza humana (...) Los homosexuales están poseídos por el diablo. Hacemos caso omiso de lo que está ocurriendo. Se sabe que alguien rebusca en la basura de los hospitales en busca de cuerpos humanos. Varias personas desaparecen y se encuentran solo sus huesos. Esta gente está siendo devorada por los gays. Por favor, unámonos, ¿no te parece que es una locura? Te recomiendo que mires a los ojos de esos bastardos y lo verás.

La nota completa aquí.

lunes, 2 de febrero de 2015

¿Será Dios homofóbico?

Es lo que pregunta el pastor chileno homofóbico Javier Soto en su más reciente video. Si realmente Dios piensa lo que afirma el pastor, la respuesta es sí, lo es.

Si al morir llegara yo a las puertas del cielo y me encontrara con el dios de la Biblia (o sea con YHVH/JHWH), ¿qué le diría? Simplemente le citaría las palabras del actor Stephen Fry. Como tal entidad es ficticia, sólo se las dedico a aquellos que tanto se preocupan por la vida sexual de los demás (tal vez por que le tienen fobia al sexo).