jueves, 20 de diciembre de 2018

De la necesidad de legislar en contra de los ECOSIG o "terapias" para cambiar, corregir o "curar" la orientación sexual de homo y bisexuales y la identidad de género de las personas trans

La Comisión de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia de la H. Cámara de Diputados realizó ayer el foro "Hacia una agenda legislativa en materia de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes". 


Diana Sánchez Barrios habló de los Esfuerzos por Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG) o "terpias" para cambiar la orientación sexual de homo y bisexuales y la identidad de género de las personas trans. Los diferentes tipos de ECOSIG son una forma de violencia, abuso y tortura hacia niñas, niños y adolescentes, por ello debe legislarse en contra de éstos.


 

sábado, 17 de noviembre de 2018

Me amo trans y no quiero morir en el intento

Aquí y aquí comenté uno de los proyectos en los que participo en una asocición civil. El proyecto lleva el nombre que usé para esta entrada y tiene como objetivo informar para que las personas trans cuiden su salud (entendida  como un estado de completo bienestar físico, mental y social).




El miércoles pasado vi materializado el proyecto cuando lo presentaron durante el Cuarto Encuentro Internacional TTTransgénero. Permanencia y ampliación de derechos de la población TTTransgénero en México y el mundo. La sede fue la Cámara de Diputados.





Las ilustraciones y el diseño editorial son trabajo de Rafael Zamorano Villeda, mejor conocido como Rafi Zart, a quien conocí en la presentación, en la librería Voces en Tinta, del cuento La niña que no veían de Gastón Rosa (en el cuento se aborda el tema de la infancia trans). Aquí la página con los diseños de Rafi Zart.






Una niña de ocho o nueve años, después de revisar el material, escribió en la última parte:


martes, 30 de octubre de 2018

Yaoi

El 17 de octubre, adquirí varias joterías en la Feria del Libro del Zócalo: cómics con historias de amor entre chicos (imaginadas por mujeres), historias de amor entre chicos mortales y chicos sobrenaturales, y una revsita con un reportaje sobre la homofobia en México.



Sol Ébano (Marisol Mendoza), autora de Mictlán, me firmó su obra.


Infancia trans

El 26 de octubre, en la librería Voces en Tinta hubo un conversatorio sobre las infancias trans y estuvo presente Gastón Rosa, autor del cuento que se ve en la imagen. 






El último día de octubre, en el monumento a la revolución, se presentó el cuento. Acompañaron al autor Diana Sánchez Barrios, Gloria Hazel Davenport y Erwin Francisco Arriola Doroteo.










domingo, 28 de octubre de 2018

Conferencias que nunca daré (serie sarcástica)

En una de las conferencias más pendejas que he dado en la vida: "¿Por qué los hombres debemos sentarnos con las piernas abiertas al menos 90°?, lo que la ciencia dice." 



A pesar de todo, no faltaron los que, cuando terminé la explicación, al borde de las lágrimas me aplaudieron de pie; no supieron que durante toda la conferencia mantuve las piernas cruzadas.

Aquí una nota que usé como referencia para preparar mi plática.



Aquí la prueba científica definitiva de la tesis que presenté en mi conferencia:



Y aquí un burdo intento de refutar mi tesis: que supuestamente es falso un video en el que una feminista arrojaba cloro a varios hombres que encontró sentados con las piernas abiertas (y que ya demostré que no es por gusto o por una falta de sensibilidad hacia los demás sino una necesidad ante el enorme tamaño de los testículos que tenemos los seres humanos).


domingo, 21 de octubre de 2018

Ciencia ficción mexicana con temática homosexual

Tema y Variaciones de Literatura es una serie de libros publicada por la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana. El número 17 de la serie (que apareció a finales del 2001) se dedicó a la Literatura gay.



En el ensayo de Angélica Tornero se hace un recuento de diversas obras que se remontan a El tercer Fausto de Salvador Novo. Tornero continúa con otros autores hasta llegar a Arturo César Rojas. Escribe Tornero: “En 1983 se presentó la primera y única novela de ciencia ficción homosexual llamada Xerödnny: Donde el gran sueño enraíza, de Arturo César Rojas, con el seudónimo de Kalar Sailendra”.




Arturo César Rojas también es autor, entre otras historias, de El que llegó hasta el metro Pino Suárez, Aztlán: historia verdadera de la conquista de los reinos bárbaros de Europa y La risa divina.


En el número cinco de este fanzine (abril de 1997) publicaron Aztlán


          En este fanzine (1997) publicaron La risa divina

Con El que llegó hasta el metro Pino Suárez (se puede leer aquí), César Rojas, en 1986, se convirtió en el rey sin corona del Premio Nacional Puebla de Cuento de Ciencia Ficción, ya que el jurado lo declaró desierto (supuestamente porque los trabajos eran pobres en su tratamiento de temas científicos o de vanguardia y remitían a obras ya consolidadas en el género, ver aquí la página 142; aunque hay quien considera que no se le dio el premio a César Rojas por el uso de “palabrotas” en su cuento).



El protagonista de La cara del destino. El México gay antes del terremoto de 1985 de Gonzalo Valdés Medellín desea escribir un ensayo sobre la historia de la litertura gay en México. Así, el joven tiene claras sus ideas acerca de la existencia de la cultura gay, la literatura gay, la temática gay y los lectores homosexuales. Muy interesantes resultan sus reflexiones sobre la literatura y la estética de “lo homosexual” en México (que podría abordar en otra entrada).



En las notas que el personaje escribe para su libro de la literatura gay podemos leer la diversidad de obras a considerar. En la página 141 menciona a Arturo César Rojas:

Volviendo a la literatura, otro libro de tema homosexual que llama mucho la atención y que también ha publicado Panfleto y pantomima es Xxyëröddny, donde el gran sueño se enraiza, que “firma Kalar Sailendra”, pseudónimo de un joven egresado de la carrera de Letras Francesas de la UNAM: Arturo César Rojas, y que está llamada a ser la primera –y hasta ahora única- novela de ciencia ficción homosexual. 



En la página 237, leemos una nota (dividida en tres partes):

Es importante señalar el surgimiento del joven autor Kalar Sailendra (1955), cuya novela Xxyëröddny, donde el gran sueño se enraiza nos revela a un escritor que busca nuevas formas de expresión dentro de la literatura gay. 

Xxyëröddny, donde el gran sueño se enraiza es ciencia ficción, es epopeya, más no estamos ni ante el Copi de La guerra de las mariquitas, ni ante un Homero cholo, es sólo un escritor que compulsivamente trastoca el cuento de La bella durmiente (relato oral europeo que inmortalizaran tanto Charles Perrault, como los Hermanos Grimm en versiones distintas) y ubicándolo en un contexto interplanetario y de ciencia ficción, jugando al anverso de la trama, en un viaje intergaláctico homosexual hacia Xxyëröddny, Planeta del Sueño. 


Descendiente directa de los Cantos de Maldoror de Lautrémont, de Las once mil vergas de Guillaume Apollinaire, del Téleny de Oscar Wilde e insuflada por Fundación (1951) y Lucky Starr (1952-1958) de Isaac Asimov y la película La guerra de las galaxias (1977) de George Lucas, Xxyëröddny, donde el gran sueño se enraiza y partiendo de la anécdota de La bella durmiente, es una novela fundacional dentro del terreno de la ciencia-ficción, como ciencia ficción de temática homosexual, que quizá en el siglo XXI —más allá del año 2000— habrá de ser plenamente valorada y entendida. No obstante, bien vale subrayar lo que del autor de Xxyëröddny… ha escrito Luis Zapata: "Kalar Sailendra emprende el relato de una aventura que es, también (y quizá primordialmente) una aventura del lenguaje, apoderándose de los recursos poéticos de la época; así la aliteración invade la prosa en una vocación continua de las resonancias del verso. El autor, con una habilidad narrativa vigorosa y lúdica, encuentra siempre el adjetivo inusitado, la imagen rotunda, dando a su escritura un ritmo frenético y obsesivo, caracterizado en todo momento por el exceso". 


A continuación (en la segunda parte de la nota) se compara el incesto homosexual en la obra de Sailendra y en Los gallos salvajes de Hugo Argüelles. Costumbre mediante la que, según algunos pueblos indígenas mexicanos, puede adquirirse madurez, sabiduría y virilidad.

Después de explicar lo anterior, continúan las notas: “Sailendra es un autor con tintes de autenticidad enraizada a la estela del sueño, ese sueño de la vida que se enraiza además a la locura. Su mundo es el mundo de lo fantástico, su escritura la de la vanguardia, su punto de partida, la marginalidad. Su aspiración: el conocimiento del ser homosexual.”

La tercera parte de la nota continúa con ejemplos que demuestran la existencia de la literatura y estética de lo homosexual (aquí no se menciona Xxyëröddny…).

En la cuarta y última parte vuelve a mencionarse la obra de Sailendra:

La nueva concepción del mundo está a punto de surgir, una concepción cimentada en el terror, la degradación y el asco, ante lo cual la asunción de la condición homosexual capaz de vertirse a través de la obra artística es un remanso de esperanza y esto nos lo dicen dos libros homosexuales recientes: La guerra de las mariquitas del irreverente escritor y dramaturgo argentino Copi (Raúl Damonte Taborda) y el ya multicitado ... donde el gran sueño se enraiza

La era atómica se verá echada de lado por el hombre nuevo: el hermafrodita, ser que en conjunción desbocada, arraigará destrucción, ternura, pasión, sexo y carnalidad. 


Nos acercamos al reencuentro con la pansexualidad y mientras tanto, el amor de un hombre por otro (o de una mujer por otra) constituyen el ejercicio de amor perfecto, como puede ser la perfección amorosa de un hombre por una mujer, porque lo que importa es amar, porque el amor es una categoría universal, porque el amor, dice el poeta mexicano Elías Nandino "no tiene sexo, tiene amor"... 


Porque sólo el amor salva a la humanidad devastada.

jueves, 11 de octubre de 2018

En contra de la invisibilización y del silencio...

Ya se estrenó, por Canal Once, la segunda temporada de la serie Diversos Somos.


                           Fotografía de Canal Once




A finales del año 2016 comenté de este modo el estreno de la primera temporada:



Aunque aclaré que mi comentario era sarcástico, uno de mis contactos (ya no lo es pero él solito se fue, nuestras discusiones siempre se dieron de forma respetuosa) se animó a comentar en el mismo sentido que mi publicación, con la diferencia de que él hablaba en serio:



El punto es que la alternativa que se desprende del comentario de mi ex contacto no es otra cosa que la invisibilización y el silencio. Así es como nos quería mi en ese entonces contacto: calladitos, ocultando nuestra orientación sexual e identidad de género simplemente por no ser heterosexuales y/o cisgéneros.

Pero en realidad no hay razón para mantenernos así, ocultos y calladitos; en el video Enrique da buenas razones para no hacerlo.  

He aquí el primer capítulo de la segunda temporada de Diversos Somos: Transiciones de género en adultos mayores.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Salud de las personas trans

Actualmente participo en dos investigaciones sobre las problemáticas que enfrentan las personas trans (transgénero y transexuales). Uno de los proyectos consiste en la creación de un manual dirigido a la población mencionada y cuyo objetivo es que no pongan en riesgo su salud autohormonizándose o inyectándose aceites y/o biopolímeros. 

Como parte del mencionado proyecto, hoy tocó ir a la Clínica Especializada Condesa a entrevistar al Dr. Jeremy Bernardo Cruz Islas. El próximo viernes, en la misma clínica, le realizaré una entrevista a una endocrinóloga.

Algunos datos sobre la trayectoria del doctor Jeremy Cruz:

• Médico Cirujano por la UNAM
• Psiquiatra del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente (UNAM)
• Certificado por el Consejo Mexicano de Psiquiatría
• Maestro en Ciencias de la Salud/Salud Mental Pública UNAM
• Doctorante en Salud Mental Pública UNAM
• Ganador del Premio de la Sociedad Japonesa de Psiquiatría y Neurología 2016



He aquí un fragmento de la entrevista:

domingo, 30 de septiembre de 2018

Historia del movimiento LGBTTTI en México...

Fuimos a Guadalajara al evento del GOHL [Grupo Homosexual-Lésbico de Guadalajara-Jalisco] que celebró en los primeros días de junio el Año Internacional de Acción Gay, que para los efectos del Movimiento de Liberación Homosexual a nivel mundial ha sido un golpe histórico este año de 1984. Conocimos a Pedro Preciado Negrete, el dirigente del grupo. 


Pedro Preciado Negrete ha conformado con el GOHL (fundado en julio de 1981) un admirable equipo de resistencia civil que aboga por los derechos de los homosexuales tapatíos tanto en asuntos de extorsión y discriminación, como de abuso de autoridad. "Buscamos en forma inmediata luchar contra la represión policiaca que es muy cruda en Guadalajara. Denunciar esto a nivel de medios de comunicación, de instancias policiales. Sacamos a los compañeros de la cárcel, cuando ellos nos lo piden o sabemos de los detenidos; realizamos campañas que abarcan una serie de actividades cuando se realiza una redada", me dice Pedro, que tiene veintiocho años, un aspecto seductor, es muy viril y es muy corpulento, tiene cuerpo de luchador y unos ojos hermosísimos, que dejan ver tras unas gafas de intelectual a la Joyce, unas enormes pestañas, tiene la piel blanca y el pelo negro, ensortijado y largo, y amén de su trato amable, posee una gran ternura que fraternalmente comparte con todos los integrantes del GOHL y con sus amigos. 

La cara del destino. El México gay antes del terremoto de 1985. Gonzalo Valdés Medellín. 

La imagen de Crisálida la tomé del texto Visibilidad y diversidad no heterosexual entre los tapatíos (ver aquí) de César O. González Pérez. 

La imagen de Pedro Preciado la tomé del programa de debate ¿Y usted qué opina?, un talk show muy popular en la televisión mexicana en la década de los años noventa. 

sábado, 29 de septiembre de 2018

La vida que fue...

El 19 de septiembre, mi marido y yo fuimos a la presentación del libro La cara del destino. El México gay antes del terremoto de 1985 de Gonzalo Valdés Medellín.


miércoles, 5 de septiembre de 2018

Salud en personas trans

El Dr. Juan Carlos Mendoza habló, el martes cuatro de septiembre, de la salud de las personas transgénero, transexuales y trasvestis. Fue en la Facultad de Medicina.



Imperdible lo que Nathan y la médica Gwen Bello (dos personas trans) comentaron ya casi al final, durante la ronda de preguntas y respuestas. Excelente cuando Nathan puso en su sitio a los médicos (en general, no crean que a los presentes). Y pensar que hay personas que con sus conocimientos de biología de cuarto año de primaria pretenden descalificar la diversidad sexual.

Aquí el video:



Los comentarios transfóbicos no podían faltar:





Infancia y adolescencia trans

viernes, 24 de agosto de 2018

Investigando la diversidad sexual

Hoy terminó mi tercera semana en PRODIANA, una asociación civil que entre sus áreas de interés está la diversidad sexual. He estado trabajando en una investigación sobre las personas trans (transgénero y transexuales). Pues ayer compré y forré el cuaderno en el que tomaré notas en las reuniones de trabajo y notas sobre lo referente a mis investigaciones. 

Por cierto, nunca pensé que me vería en la portada de una Boys&Toys.




martes, 24 de julio de 2018

VADE RETRO SATANA!

En mi nombre echarán fuera demonios; 
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, 
y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; 
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. 
Jesús de Nazaret


Se conocieron en un exorcismo. Sí, es, además de insólito, poco romántico.

Conozco parejas que se conocieron en cuartos oscuros, practicando cruising, en cines porno –todavía hay algunos-, en saunas o baños de vapor, en aplicaciones de ligue, en cabinas XXX o en los baños de la universidad. Vamos, no es que sean lugares extraños, lo extraño es buscar y/o encontrar el amor en sitios en los que se practica el sexo casual, el sexo sin compromiso.



Pero si ya resulta extraño encontrar el amor en los lugares mencionados, mucho más lo es encontrarlo cuando combates cuerpo a cuerpo con un demonio. No faltó quien expresara que no durarían. Y, a pesar de todo, ya llevan juntos cuatro años.

****

-Pasen, mi marido está dentro… Por favor, alivien a mi muchacho.

Después de aquellas palabras, la afligida señora tomó la mano derecha del hombre maduro y la besó.

-Por favor… No es necesario que…

Avergonzada por aquella desaprobación, la señora soltó la mano del pastor y dio un par de pasos hacia atrás sin atreverse a mirarlo a los ojos.

-No te preocupes. Tu hijo estará bien. Recuerda las palabras de Jesús: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

-Creo, ayuda mi incredulidad. –El pastor sonrió complacido al comprobar que aquella mujer estaba familiarizada con las sagradas escrituras.

“Llegó el momento”, dijo el exorcista y abrió la puerta. El joven que lo acompañaba ni siquiera pestañeó, estaba tan acostumbrado a asistir a su padre en aquellos rituales que por un momento olvidó que en esta ocasión sería él quien tomaría el mando.

“Vamos, hijo. Pasa tú primero. Es momento de demostrar que serás mi digno sucesor.”, insistió el pastor. El joven reaccionó en seguida, sus manos comenzaron a sudar. Se introdujo en el cuarto, su padre le siguió. Una vez dentro el hombre maduro cerró la puerta dejando fuera a la mujer, permitirle entrar implicaría exponerla innecesariamente al peligro. Con ellos dos era suficiente para solucionar el problema.

La penumbra apenas permitía distinguir un bulto encima de la cama –era el único mueble en la habitación ya que los padres del poseído sacaron los demás para evitar que alguien resultara lastimado, pues el demonio, mediante sus poderes, insistía en moverlos violentamente de un lado a otro- y a una silueta junto a ésta.

-Padres, que bueno que llegaron…

-Pastor, no padre. Y mi hijo aún no es pastor pero hoy dirigirá el ritual que le permitirá al fin descansar a esta pobre criatura. –Explicó con severidad el exorcista aunque su expulsión de la ICAR no era un secreto, la razón también era de dominio público: su insistencia en realizar exorcismos sin la autorización correspondiente. Años después se casó y tuvo a su único hijo poco después de fundar su propia iglesia.

El padre del poseído se disculpó.

-Olvídelo... Encienda la luz para que mi hijo comience.

-Lo siento, los focos estallaron hace un par de horas. Intenté cambiarlos pero…



El pastor calló al hombre mediante un ademán y con otro le indicó que saliera del cuarto, tampoco era necesaria su presencia, después de todo, un demonio siempre resulta impredecible cuando se siente amenazado o acorralado por el poder divino.

El pastor y su hijo, en el transcurso de la mañana, realizaron pruebas de rutina para asegurase de que se tratara de un caso auténtico. Lo era, descartaron cualquier explicación natural. La medicina sería inútil, era un caso para expertos en servicios espirituales. El asunto era grave y debía abordarse cuanto antes. De no ser porque ya tenían otros compromisos profesionales se habrían ocupado de éste en ese mismo instante. Prometieron regresar por la noche para terminar con los demonios que tantas penas le estaban causando a esa familia.

“Adelante, hijo.” El joven abrió el maletín que llevaba y extrajo un frasco que contenía agua bendita. Sus manos comenzaron a temblar ligeramente. Trató de controlarse, no quería que su padre notara su nerviosismo. Aquel muchacho de veinticuatro años obtendría los títulos de exorcista y de pastor si todo salía bien. Su estado de ánimo era comprensible, ¿quién no se angustia ante un examen del que depende su futuro y su autoestima? Pensaba en el fracaso, el ridículo y la humillación, de ahí que titubeara a cada instante.

“Hijo, por favor, concéntrate”, “Besa el crucifijo”, “Persígnate”, “Saca la Biblia del maletín.”, “Pon el rosario en la Biblia.”, “Dame el maletín.”… ¡Maldición! No era el mejor comienzo, ya eran demasiadas indicaciones.



Benevolente, su padre trató de infundirle seguridad. “Hijo, recuerda las palabras de Jesús: He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Más no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” Logró el efecto deseado. Después de aquellas palabras el nerviosismo de su hijo cesó. A partir de ese momento en la mente del joven solo hubo un pensamiento: derrotar a aquellos espíritus inmundos.



-¡En nombre de Jesucristo yo te mando, sal del niño, y no entres más en él! –Gritó con toda seguridad. Acto seguido hizo la señal de la cruz dirigiéndose al bulto sobre la cama. La reacción no se hizo esperar.

-Aaaaaagh… ¿qué tienes tú conmigo, que hablas en nombre de Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirme?

-¡Deja en paz al niño, demonio!

-¡¡Mi nombre es Legión!! Porque somos muchos. –Mentía. Ni se llamaba así y, además, era un demonio solitario, pero le gustaba burlarse de las escrituras, se divertía citándolas.

La temperatura del cuarto comenzó a aumentar.

El aspirante a exorcista destapó el cuerpo del niño poseído para arrojarle agua bendita. Estaba amarrado de pies y manos a la cama. A pesar de ello se sacudía con violencia. En cuanto el agua bendita tocó la piel del energúmeno –término profesional para referirse a la víctima de la posesión-, éste comenzó a echar espumarajos y a crujir los dientes.

“Crux Sacra Sit Mihi Lux, Non Draco Sit Mihi Dux. Vade Retro Satana. Numquam Suade Mihi Vana, Sunt Mala Quae Libas, Ipse Venena Bibas.” (La Santa Cruz sea mi luz, no sea el dragón mi señor. ¡Apártate, Satanás! Nunca me atraigas con engaños, maldad es tu carnada, bebe tu propio veneno), dijo el aprendiz. A continuación, con una mano lanzó más agua bendita y con la otra, con la que sostenía la Biblia, hizo la señal de la cruz.

“¿Qué tengo que ver contigo, seguidor de Jesús? No me atormentes…”, fue la respuesta del enemigo. Acto seguido, el demonio lanzó múltiples blasfemias. El pastor y su hijo tenían ya demasiada experiencia como para acongojarse al pensar que aquellas sucias palabras salían de la boca de un pequeño de cinco años.

“Enmudece y sal, espíritu inmundo, de este niño. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…” Con una voz imposible para alguien de su edad, una retahíla de obscenidades salió de la boca del niño. El aspirante a exorcista no se amilanó.

“En nombre de Cristo abandona el cuerpo que estás ocupando. Te expulso con latigazos espirituales y tormentos invisibles. Deja este cuerpo que el señor ha purificado… Vete y nunca más busques cuerpos entregados a Dios; que te sean prohibidos para siempre.”, ahora usaba las mismas palabras que le había escuchado a su padre en los cientos de exorcismos en los que lo había asistido y que pertenecían al manual más importante para quienes luchan contra el ejército de Belsebú.

Por el esfuerzo realizado hasta ese momento y por la alta temperatura de la habitación, el aspirante sudaba copiosamente. Por experiencia sabía que la pelea no estaba todavía ni a la mitad del primer round

Hasta ese momento los ojos del niño habían permanecido cerrados. A pesar de la oscuridad, en cuanto los abrió, el aprendiz sintió la mirada sobrenatural de aquellos ojos que carecían de iris y pupilas. Los dientes del endemoniado dejaron de crujir. Los espumarajos cesaron. No hubo más quejidos ni blasfemias. El exorcista y su hijo se miraron extrañados. ¿Qué pasaba? El demonio continuaba en el cuerpo del niño pero ya no luchaba. ¿Tan rápido? Le arrojó más agua bendita.

Nada. Silencio.

Después de varios segundos el demonio salió del pequeño cuerpo y se perdió en la oscuridad del cuarto. Ambos exorcistas estaban asombrados, el ritual había dado buenos resultados en un tiempo récord. Otra anomalía no les pasó desapercibida: el demonio abandonó de forma silenciosa el cuerpo del niño, era la primera vez que atestiguaban algo así. El exorcista profesional se hizo muchas preguntas, tendría que investigar...

El aprendiz o aspirante pensó en acercarse al niño pero antes de poder hacerlo sintió un beso en los labios y una nalgada. “¡¿Qué diablos…?!”, exclamó no con miedo sino con asombro. “Me gustaste. Te buscaré, precioso. Felicidades, ya eres todo un exorcista ¿no?”, escuchó que alguien le susurraba al oído, era el mismo con el que se había enfrentado solo que ahora la voz estaba cargada de sensualidad. Después de otro beso y otra nalgada, el demonio desapareció. El pastor, al ir a revisar el cuerpo del niño, no se percató de los coqueteos del demonio con su hijo.

-¡Enhorabuena! El niño está vivo, pronto se recuperará. Sabía que no me defraudarías… Mañana la Iglesia Local de la Patria del Espíritu comenzará a buscar un nuevo aprendiz y tú tendrás que fundar tu propia iglesia. Te espera un gran futuro, ya verás. –Dijo a pesar de sus dudas.

Ahora el que guardaba silencio era el nuevo exorcista/pastor, el recién graduado. Aquellos besos y nalgadas no le resultaron desagradables… Más bien todo lo contrario.

***

Gabriele –que se llamaba así por la admiración que sentía su padre por Gabriele Amorth, “el más grande de los exorcistas del siglo XX”- y Legión –como le llamaba cariñosamente Gabriele, por haber sido el nombre que se dio a sí mismo en el exorcismo en el que se conocieron- asistieron a las marchas del orgullo LGBTTTI desde que comenzaron su noviazgo.



Una vez que Gabriele fundó su propia iglesia, Legión comenzó a meterse en el cuerpo de quienes asistían a ésta. Su objetivo, obviamente, era encontrarse con el pastor/exorcista. Los besos, nalgadas y tocamientos de Legión fueron subiendo de intensidad, cosa que ambos disfrutaban. Pero aquello no podía continuar. Que el exorcista tuviera relaciones sexuales con el demonio como parte del ritual de liberación, resultaría poco convincente.

Legión decidió presentarse abiertamente. Lo hizo una noche en la que Gabriele se encontraba solo en el salón de su iglesia. Fue claro y directo: “Me gustaste cuando te conocí. Me interesa andar contigo y no nada más un acostón. ¿Aceptas?” Fue suficiente que se mostrara con su verdadera forma para que Gabriele se sintiera interesado en una relación seria.

El noviazgo les obligó a replantearse sus respectivas profesiones. Al final decidieron no mezclar el trabajo con su relación: Legión no molestaría personas que pudieran ser atendidas por Gabriele y este último comenzó a predicar, para escándalo de muchos, que no todos los ángeles caídos podían ser considerados malvados. De hecho, el pastor/exorcista tuvo que empezar a replantearse muchas de las afirmaciones de la demonología. A dos años de relación consideró que sus sermones ya habían preparado lo suficiente el terreno y salió del clóset con sus ovejas, todas se escandalizaron al saber de esa relación entre un hombre cisgénero y un demonio macho también cisgénero, pero no todas se fueron. Con el tiempo otras llegaron.

Lo que más les gustaba de asistir a la marcha era que podían mostrase públicamente sin que aquel demonio tuviera que fingir, cambiar de forma. Y no es que no pudieran pasear por la ciudad como cualquier pareja, de hecho, lo hacían frecuentemente. Pero Legión tenía que presentarse como si se tratara de un hombre. Pero ese día no existían razones para fingir, el espíritu de las tinieblas se presentaba tal y como era. Aunque no dejaba de llamar la atención, ya que la única prenda que usaba -además del calzado- era una diminuta tanga, en otras ocasiones usaba suspensorios.

Gabriele, en cambio, acostumbraba ir tal y como vestía cualquier día del año. Sin embargo, para la cuarta marcha juntos decidió usar una playera que tenía estampada, sobre un fondo con los colores de la bandera del orgullo LGBTTTI, la leyenda “Jesus Christ Saved Me From Heterosexuality”. ¿Su inspiración? Las supuestas terapias religiosas de conversión y una playera vista en Internet que en lugar de “heterosexuality” decía “homosexuality”.

Sobre la apariencia de Legión, todo el mundo pensaba que se trataba de una caracterización estupenda. Los cuernos, la cola y la pintura roja que le cubría su musculoso cuerpo sin duda eran, a ojos de los marchantes, trabajo de un profesional. De igual forma, pensaban que los globos oculares completamente negros se debían al uso de pupilentes de fantasía. La cereza del pastel era el tridente de oro de su tatarabuelo.



“¡Qué bonita pareja!”, decían –unos con sinceridad y otros con envidia- cuando los veían caminar de la mano, abrazarse o darse un apasionado beso.

Aquel diablo era hijo de un íncubo y una súcubo, así que llevaba el atractivo en los genes. En su momento, su orientador vocacional le sugirió continuar con la profesión de su padre, pero Legión siempre disfrutó más con las posesiones. Sus padres no se molestaron, solo querían que fuera feliz. Pero si su decisión en el plano profesional no provocó conflictos familiares, Legión imaginó que su salida del clóset sí lo haría. Se equivocó. Sus padres, tal vez acostumbrados al carácter inquieto e impredecible del “niño”, aceptaron sin chistar aquella relación.

Gabriele no tuvo tanta suerte. Un día antes de salir del clóset con los asistentes a su iglesia, decidió hablar con su padre. Éste, al ser un pastor conservador y fundamentalista, decidió darlo por muerto. Jamás podría aceptar esa relación a la que calificó de antinatural.

“No, te quiero solo para mí”, decía Gabriele cuando su amorcito planteaba la posibilidad de hacer caso a la recomendación de su antiguo orientador vocacional. Legión no hablaba en serio, le agradaba ver la reacción de su novio. Aquel humano quería una relación estable y exclusiva, nada de relaciones abiertas o poliamorosas, tampoco le agradaba pensar en tríos, orgías o intercambios de pareja. No quería ni imaginar que Legión pudiera estar con otros en el plano afectivo o sexual, y esto último sucedería en caso de convertirse en un íncubo. “No, amor. Somos tú y yo, y el mundo a nuestros pies.”, lo tranquilizaba. Y era verdad, estaba tan enamorado como Gabriele. Por ahora estaban bien así.



Era evidente la felicidad que les provocaba asistir a la marcha y caminar juntos sin preocuparse por el terror, sobresalto o apetitos carnales que la verdadera apariencia de Legión pudiera provocar. Solo se trataba de un mamado caracterizado estupendamente de demonio. Ambos coreaban con entusiasmo las conocidas consignas: “No que no, sí que sí, ya volvimos a salir.”, “¡El que no brinque es buga, el que no brinque es buga!”, “Detrás de las persianas se esconden las lesbianas.”, “A mí no me gusta el pan, a mí no me gusta el pan, me gusta la tortilla, la tortilla nacional” y “Ese bigotón también es maricón.”, entre otras. En ocasiones se detenían para ver pasar los diferentes contingentes: los de las universidades, el de padres y madres con hijos LGBTTTI, el de los osos, el de los travestis…



No faltaban quienes se acercaban a tomarse una foto con Legión. Como resultaba evidente que eran pareja, algunos le pedían permiso a Gabriele o le preguntaban si le molestaba. El mortal contestaba que no y era verdad. Cuando se tomaban la foto con su novio no podía evitar pensar en lo atractivo que se veía. “La musculoca y la flaca. Sí, hacemos bonita pareja.”, pensaba orgulloso. “Si supieran que se están fotografiando con un auténtico demonio saldrían corriendo”, también pensaba divertido.

En alguna ocasión un tierno muchacho de 14 ó 15 años se paró junto a ellos y, debido a su timidez, no decía nada, sin embargo su deseo resultaba evidente. “¿Quieres que te tome una foto con mi marido?”, preguntó Gabriele, el chico, que llevaba una playera que decía “My father don’t know I have boyfriend”, después de esbozar una sonrisa asintió. “No tengo celular.”, explicó al tiempo que mostraba una cámara fotográfica desechable. “Está bien, lo importante es que tendrás fotos de la marcha.”, le dijo Legión. “Muchas gracias”, dijo el adolescente una vez tomada la foto y se alejó. Lo siguieron con la mirada. Se topó con un jovencito como de veinte años que llevaba un letrero que decía “se regalan besos”… Que las bocas de los chicos se encontraran fue inevitable.

Terminaron su cuarta marcha con varios hombres trans, éstos llevaban el torso desnudo y pintado con los colores de su bandera. “¡¡Hombres con vulva unidos en la lucha!!”, gritaban sus integrantes al unísono. Detrás venía un contingente de asexuales, era la primera vez que veían uno.

Legión y Gabriele no se quedaron a los discursos y espectáculos del final.

-Vamos a comer… y después a meter al diablo en el infierno. –Propuso con picardía Legión.

-No renuncio a ti, Satán, ni a tus vanidades. –Contestó Gabriele siguiendo el juego y se dieron un beso que fue celebrado por los mirones.

Al día siguiente se divertirían mucho al descubrir una fotografía de ambos en la primera plana de un diario.